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Política

Paradoja electoral de Macri: su estrategia de campaña tambalea por Carrió pero se afirma por Cristina Kirchner

 La semana de furia de la diputada, amenaza de ruptura incluida, puso en crisis a Cambiemos, que es conciente de que sin Lilita se pierde una pieza clave para captar al votante centrista. En tanto, el regreso mediático de la ex presidenta polarizó la escena y dejó flancos expuestos en el peronismo

28/05/2017

uién iba a decirle a Mauricio Macri que sus mayores satisfacciones en este 2017 electoral se las daría Cristina Kirchner, mientras las preocupaciones más graves provendrían de Elisa Carrió. Y si embargo, eso es lo que está ocurriendo en la largada de la campaña para las legislativas de octubre.

Las amenazas de su principal aliada en la Cambiemos ha sido, por lejos, el tema más alarmante para el macrismo. Ni siquiera las frases tranquilizadoras que luego tuvo Carrió, en el sentido de que no romperá la coalición gobernante, parecen haber despejado la inquietud.



La importancia de "Lilita" excede largamente su aporte en votos, como ella misma se ha encargado de remarcar, al señalar que llegó a ocupar el lugar influyente que tiene en el escenario político, justamente, por su fracaso electoral de 2011, cuando sacó 1,8% de los sufragios.

Ese mensaje escrito en su cuenta de Twitter, que para muchos resultó enigmático, encerraba toda una declaración de principios. Carrió puso de manifiesto su independencia y que, a la hora de hacer denuncias, no hace cálculos de tipo electoral.

También su actitud puede entenderse en el sentido de que no le debefavores a nadie y que, por lo tanto, no está obligada a seguir un libreto guionado a la hora de opinar.

 

Nadie se imagina a Carrió leyendo la cadena de mails titulada "Qué estamos diciendo", que manda el jefe de Gabinete, Marcos Peña, cuando hay un tema polémico sobre el cual se necesita que la plana directiva del PRO unifique el discurso.

Pero, sobre todo, lo que Macri entiende es que Carrió, con o sin votos propios, es su gran arma electoral. Su alianza fue la que le permitió al ahora Presidente romper el "techo" de votos que tenía cuando era jefe de Gobierno de la Ciudad.

Antes de Cambiemos, a Macri le costaba crecer hacia el centro del arco político. Y la sociedad con Carrió fue lo que lo transformó en un "candidato potable" para un electorado -muchos ex votantes de la UCR- que lo veían con desconfianza por su origen empresarial.

Su activo político pasa por ser sinónimo de honestidad y de lucha contra la corrupción. Nadie lo entiende mejor que Macri, quien hasta la pondera públicamente. 

Por eso, lo ocurrido en las últimas semanas, con las amenazas veladas de ruptura implican uno de los mayores desafíos a la habilidad política de Macri, justo en el tramo final de la campaña.

Cristina, jugando la carta de la polarización
Puede parecer paradójico, pero mientras Macri sufre por Carrió, Cristina Kirchner le está haciendo algunos favores políticos.

Dentro de la lógica de la polarización del escenario electoral, la actuación de la ex presidenta en la entrevista realizada por el panel de periodistas "del palo K" resulta totalmente funcional a la estrategia de la coalición Cambiemos.

Para empezar, porque la figura de Cristina es tan dominante que termina opacando los demás intentos dentro del peronismo por instalar una oposición capaz de sacarse de encima el lastre de la "pesada herencia" del modelo K.

Y siguiendo, claro, por las declaraciones de la propia Cristina. En la entrevista de C5N, la ex mandataria dejó frases capaces de provocar el festejo del "gurú" Jaime Durán Barba y todo el bunker electoral macrista:

-La mandataria propuso que el Congreso revise, mediante una ley, la validez del nuevo endeudamiento del Gobierno así como la política de emisión de Lebacs del Banco Central. Es decir, deja servido el argumento de que, si Cristina volviera al poder, entraría en duda la voluntad del Estado argentino de evitar un nuevo default de la deuda, y que además se comprometería la independencia del BCRA.

-Acusó al gobierno de Macri por situaciones que, en su propia administración, ocurrieron de igual manera o incluso con más profundidad. Desde la caída en el consumo de carne vacuna hasta el récord de importación de autos de lujo, y desde la alta inflación hasta los viajes masivos de turistas para comprar más barato en los países vecinos.

-Ofendió a buena parte del peronismo, incluyendo muchos de sus ex socios, por "no haber estado a la altura" de su responsabilidad política, al darle al Gobierno el voto en el Congreso para una serie de leyes "impopulares".

-Propuso un mayor intervencionismo en la economía, como forma de combatir los precios altos, aunque aclaró que no favorecería una rebaja de la presión impositiva.