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Carnaval2018 en Río: comienza la mayor fiesta del mundo

Desfiles coloridos y brillantes, carrozas alegóricas, fiestas callejeras multitudinarias, un sinfín de disfraces, mucho calor, samba, cuerpos sudorosos y la inoxidable alegría carioca.

11/02/2018

Desfiles coloridos y brillantes, carrozas alegóricas, fiestas callejeras multitudinarias, un sinfín de disfraces, mucho calor, samba, cuerpos sudorosos y la inoxidable alegría carioca: este viernes comienza el majestuoso carnaval de Río de Janeiro (Brasil), una fiesta popular y multitudinaria en una ciudad que, durante una semana, parecerá olvidar la enorme crisis que atraviesa.

Más allá de la ostentación y el desenfado propios de la celebración, el carnaval de este año estará marcado por tres ejes que determinarán buena parte del devenir de la fiesta: la crisis económica que afecta a la ciudad, las probables referencias a la política brasileña durante los festejos y una masiva campaña para evitar el asedio a las mujeres en las comparsas.

Foto: AFP

Después de los Juegos Olímpicos de 2016, el estado de Río de Janeiro se vio afectado por una importante crisis económica: sólo en 2017 se perdieron 80.000 puestos de trabajo, disminuyeron los presupuestos de salud y educación, se atrasaron en varias oportunidades los salarios de los empleados públicos y, para 2018, se prevé un déficit público de 10.000 millones de reales (aproximadamente 3.000 millones de dólares).

El carnaval no podía quedar afuera de ese escenario y por eso, Marcelo Crivella, el alcalde de la ciudad de Río, decidió en noviembre recortar en un 50 por ciento el presupuesto municipal para las “escuelas de samba”, que desfilarán domingo 11 y el lunes 12 en el famoso Sambódromo. Aunque según la prefectura el recorte se realiza para priorizar la salud y la educación, no fueron pocos los que atribuyeron la decisión al menosprecio del propio Crivella hacia el carnaval.

Foto: AFP

Ex pastor de una iglesia neopentecostal y de posiciones conservadoras en temas sociales, el alcalde ha mostrado en varias ocasiones su desinterés por el mayor atractivo turístico de la ciudad. El año pasado, no participó de la tradicional entrega de llaves de la ciudad al Rey Momo y para este año, avisó que irá al Sambódromo, pero “no a sambar”. Ante este panorama, financiadas como nunca antes por la inversión privada, se espera que las escuelas de samba realicen desfiles fastuosos, pero sin la grandilocuencia de otras ocasiones.

Más allá de la crisis, de todas formas, la cantidad de dinero que mueve la mayor fiesta del mundo sigue siendo enorme. Según datos de Riotur, el organismo responsable del turismo en Río, más de 6,5 millones de personas participarán del carnaval en la ciudad, entre ellas 1,5 millones de turistas, y gastarán 3,5 millones de reales (1,08 millones de dólares). Los hoteles estiman una ocupación del 85 por ciento y en “Saara”, un mercado de indumentaria de la ciudad, se recaudaron ya 1,5 millones de reales sólo en venta de disfraces.