08/08/2018
Argentina atraviesa en estos días un período de convulsión política por la investigación de un entramado de corrupción a través de la adjudicación de obra pública que involucró a algunos de los personajes más encumbrados de la política y el empresariado local.
El alcance y las consecuencias políticas y económicas del develado esquema de coimas todavía se desconocen. Pero es útil observar qué sucedió en situaciones comparablesen dos países que por distintos motivos son cercanos a la Argentina: Brasil e Italia.
En términos económicos y políticos, las consecuencias del Mani Pulite (manos limpias) fueron devastadoras: Italia cayó en una década de recesión, la virtual descomposición de los partidos políticos tradicionales y el encumbramiento de Silvio Berlusconi, un magnate de medios carismático, pero tan cuestionado como sus antecesores por las sospechas de corrupción.
En Brasil, el Lava Jato (lavado automático) minó al partido gobernante, también generó una atomización política y empujó al país vecino a tres años de recesión, cuyo fin todavía no puede anunciarse. Desde 2014 la desocupación aumentó del 5% al 13% de la población activa.