09/08/2018
La expectativa que generó el plantel que conformó Boca para soñar con el deseo de la séptima Copa Libertadores llegó a su fin cuando el conjunto que lidera Guillermo Barros Schelotto salió a la cancha para enfrentar a Libertad de Paraguay en el primer duelo de los octavos de final del certamen continental.
Con la presencia de Esteban Andrada en el arco y Mauro Zárate en el ataque, el Xeneizesalió a presionar al combinado guaraní desde los primeros movimientos. La ansiedad de la hinchada, la lluvia y el frío representaron un condimento extra en el emotivo duelo protagonizado en el Alberto J Armando.
Cuando la preocupación comenzaba a reinar en el cuerpo técnico por un molestia muscular de Wilmar Barrios, Wanchope Ábila capturó una pelota sucia dentro del área y fusiló aRodrigo Muñoz. El grito de euforia que dejó el 1 a 0 no dio lugar a los reclamos de los defensores por una presunta mano de Paolo Goltz en la jugada previa, y el estado físico del colombiano pasó rápidamente al olvido. En ese contexto, el Mellizo se mostraba conforme por la prematura conquista.