17/03/2019
Finalmente el Consejo Directivo no se reunió. Hace 126 días que los líderes de la CGT no se sientan en sus sillones de Azopardo al 800 para analizar los próximos pasos de la central obrera.La marcha del 4 de abril a Plaza de Mayo contra las políticas del Gobierno de Cambiemos descolocó a los sectores gremiales de mejor diálogo con la Casa Rosada. Los dos secretarios generales a cargo Héctor Daer y Carlos Acuña prefirieron prolongar el letargo.
Independientes y los “gordos” de los grandes gremios de servicios buscan evitar, por todos los medios, que una masiva congregación callejera opositora afecte las negociaciones abiertas por las nuevas regulaciones sobre obras sociales sindicales. Tampoco quieren exponerse nuevamente al clamor de un paro general. Incluso, algunos caciques cegetistas ni siquiera están dispuestos a aparecer públicamente por temor al escarmiento. Le dicen el “síndrome del atril” por las violentas reacciones sucedidas en la marcha del 7 de marzo de 2017, donde el trunvirato no se animó a poner una fecha a la huelga y la jornada terminó con corridas, puños y patadas al aire y un escenario copado por militantes de izquierda.