06/04/2019
Con una inflación que, según las consultoras privadas, podría alcanzar el 15% en el primer cuatrimestre del año, la aceleración de los precios de los alimentos sorprende hasta a los consumidores más desprevenidos. En las góndolas de los supermercados, por ejemplo,ya se pueden encontrar varios productos que sin ser premium o de lujo tienen precios que superan los $1.000 por kilo.
Es el caso de las primeras marcas de queso rallado, atún, chocolates, tés especiales y cafés instantáneos que, aunque se compran en porciones menores, ya alcanzaron ese valor de cuatro cifras.