22/06/2019
Casi 70 años después de las elecciones de 1951, donde se aplicó por primera vez ley del sufragio femenino que estableció la igualdad de derechos políticos entre hombres y mujeres, la Argentina estrena en los comicios de este año la ley de paridad de género a nivel nacional, sancionada a fines de 2017.
En aquella oportunidad, a instancias de Eva Perón, fueron elegidas las primeras 23 legisladoras argentinas. Todas eran del Partido Justicialista, ya que las demás fuerzas políticas desistieron de presentar candidaturas femeninas. La norma que debuta este año para la renovación de mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado prevéigualdad en la participación femenina en la conformación de las listas para cargos electivos legislativos y partidarios. Esto implica que en las boletas de diputados nacionales deben ir un hombre y una mujer intercalados, en tanto que en la de Senadores, los dos nombres que figuren en la boleta deben ser de uno y otro sexo.
La igualdad en Diputados
Más allá de la nueva ley de paridad de género, la participación de las mujeres en ambas Cámaras fue incrementándose a partir de la sanción de la ley de cupo femenino, en 1991, que estableció un mínimo de 30% de candidatas. En los últimos años, las legisladoras en el Congreso alcanzaron un promedio del 40% de la totalidad de sus miembros.
Después de los últimos comicios de 2017, según datos elaborados por el Observatorio Político Electoral del Ministerio del Interior, las mujeres ocupan actualmente el 38% de las bancas en Diputados.
Pese a la que la ley entra en vigencia en estas elecciones, la paridad en la representación no se alcanzará en la Cámara baja porque solo se renueva la mitad del cuerpo. Recién se alcanzaría a partir de las elección del 2021, cuando se produzca el recambio de la mitad restante.