Baires Digital El primer diario empresarial

Economía

Argentina y el boom de Vaca Muerta: de importador a exportador de gas.

El fuerte repunte en la producción de gas de la cuenca Neuquina ha permitido a nuestro país equilibrar su balanza comercial energética. Por otra parte, tras el reinicio de las exportaciones de gas a Chile, Brasil y Uruguay, se acaba de realizar la primera exportación de GNL, un hito histórico para la Argentina. Por Mariano Roca.

24/06/2019

El boom de los recursos no convencionales de la cuenca Neuquina, motorizado por el auge de la producción de Vaca Muerta, ha permitido a la Argentina reducir sensiblemente el déficit de la balanza comercial energética, con expectativa de alcanzar un equilibrio este año y un leve superávit en 2020. En palabras del secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, "disponer de energía barata y abundante tiene que ser una palanca para tener más petroquímica, exportaciones de GNL y una industria más competitiva".

El boom de los recursos no convencionales de la Cuenca Neuquina , motorizado por la producción de hidrocarburos de Vaca Muerta. Foto: Archivo DEF.

Tal como señala el Instituto Argentino de Energía "General Mosconi" (IAE) en su Informe Anual de 2018, el cambio de tendencia en la cuenca Neuquina –mayor productora de gas de la Argentina– se produjo en 2014, cuando se inició un proceso de recuperación de la producción. Un detallado trabajo estadístico del IAE precisa que el recurso no convencional pasó de representar el 10,3 % de la producción total de gas del país en 2014 a significar el 35,5 % en 2018. Dentro de ese universo, el tight gas –también conocido como "gas de areniscas compactas"– predomina sobre el shale gas –denominado además "gas de lutitas" o "gas de esquisto"–, siendo el primero de ellos responsable del 59,5 % de la producción total de gas no convencional del país y el segundo responsable del 40,5 % restante.

"Disponer de energía barata y abundante tiene que ser una palanca para tener más petroquímica, exportaciones de GNL y una industria más competitiva", señaló Lopetegui.

Más allá de las tradicionales idas y vueltas de la política argentina, el muy buen presente de la producción gasífera se explica, en gran medida, por la continuidad de la política de incentivos del Estado nacional, iniciada durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner con las sucesivas versiones del programa "Gas Plus" (I, II y III) y continuada por Mauricio Macri con el programa de estímulo a las inversiones en desarrollos de producción de gas no convencional proveniente de reservorios no convencionales lanzado en 2017. En este último caso, se estableció un precio mínimo que permitió dar a los productores un horizonte de previsibilidad de cara a los siguientes cuatro años: 7,5 dólares por millón de BTU (unidad térmica británica) para 2018; 7 dólares por millón de BTU para 2019; 6,50 dólares por millón de BTU para 2020; y 6 dólares por millón de BTU para 2021.

Fortín piedra, yacimiento de vaca muerta. Foto: Archivo DEF.

De todos modos, a pesar del compromiso asumido por las autoridades nacionales, el drástico ajuste fiscal encarado en 2018 –en el marco del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI)– ha obligado a revisar la letra chica de las resoluciones que habían sido aprobadas el año anterior. La mayor controversia gira actualmente en torno a la interpretación de la Resolución 46/2017 del entonces Ministerio de Energía, cuando se refiere a la "producción incluida" en el régimen promocional. El actual secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, quien asumió a fines de 2018, decidió limitar el pago del precio mínimo acordado únicamente al volumen original previsto por las empresas al suscribir sus compromisos con el Estado Nacional y no al efectivamente producido posteriormente en cada uno de los yacimientos. De esta forma, la mayor perjudicada resultó Tecpetrol, pues el incentivo se le aplicó únicamente a 8,5 de los 17,5 millones de m3 de gas que terminó produciendo su bloque estrella, Fortín de Piedra, el año pasado. El reclamo de la empresa del grupo Techint, que había intentado una solución por la vía administrativa, se encuentra hoy en los Tribunales.