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Economía

Automotrices argentinas en vilo por pelea Bolsonaro-Fernández

Lo que preocupa es el régimen automotor vigente entre los dos países que tiene que ser renovado en el corto plazo. Hubo reunión en ADEFA por este tema y lo que podría pasar su sigue la escalada verbal desde Brasil.

17/08/2019

 

A la caída de las ventas, más el cimbronazo que provocó el salto del dólar, se suma ahora otro problema para las automotrices argentinas: el enfrentamiento entre el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y el candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, que obtuvo en las PASO un amplio triunfo.

 

 

Las terminales locales están en vilo por las consecuencias que podría tener en el sector este cruce de insultos y acusaciones, teniendo en cuenta que el 70% de la producción local de autos tiene como destino al socio principal del Mercosur.

Concretamente, lo que preocupa es el régimen automotor vigente entre los dos países que tiene que ser renovado en el corto plazo porque, en caso contrario, a partir de julio del 2020 puede quedar sin efecto y peligrarían las exportaciones argentinas. Lo más grave es que, tal como está definido, desde el año próximo debería regir el libre comercio entre Argentina y Brasil, salvo que se prorrogue el esquema actual.

El tema fue analizado en la sede que agrupa a las fábricas locales (ADEFA) por directivos de todas las empresas. De la suerte de la negociación que están llevando a cabo funcionarios de los dos gobiernos depende el futuro de la industria automotriz local.

Es por eso, que desde la entidad buscarán que la renovación del acuerdo se concrete antes de la finalización del gobierno de Mauricio Macri ya que, ante la escalada de declaraciones de Bolsonaro y Fernández, temen que la situación sea más complicada a partir de diciembre. En ese sentido, están siguiendo de cerca las negociaciones que lleva el gobierno argentino. Es posible que en los próximos días haya novedades.

Actualmente hay un acuerdo de 5 años que rige hasta julio del año próximo. Define el intercambio comercial entre los dos países mediante un coeficiente de regula las exportaciones e importaciones. Se denomina Flex y, hoy, establece que por cada dólar que se exporta se puede importar, sin arancel, por u$s1,5.

En junio pasado venció la primera parte de este acuerdo que preveía, para el último año, la posibilidad de revisión. La idea era discutir si ese coeficiente se subía a 1,7 hasta el 2020 con una prórroga por tres años más del actual esquema para postergar la entrada del libre comercio. La Argentina es menos competitiva que Brasil y tiene un mercado más chico lo que provocaría, en estas condiciones, la migración de automotrices y autopartistas hacia el país vecino.

La incertidumbre actual, sumada a la tensión entre Bolsonaro y Fernández genera complicaciones. Las terminales locales no quieren llegar a julio próximo con una situación sin definición debido a que del futuro de ese acuerdo dependen los planes de producción e inversiones para los próximos años. A esto se suma Brasil está planteando una política de mayor apertura comercial con la amenaza de abandonar el Mercosur, en caso de que un gobierno kirchnerista plantee una política más proteccionista. Un dato: Brasil acordó el libre comercio con México. Esta es una señal de la dirección hacia que está tomando.