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Economía

La cuota, como un alquiler: los créditos UVA enfrentan test ácido del rebrote inflacionario

El plan de créditos para la vivienda genera entusiasmo en la clase media y es una de las iniciativas más valoradas de la era Macri. Claro que tomar deuda a largo plazo tiene sus riesgos. Sobre todo, si la inflación recobra protagonismo o si supera al dólar durante varios años. Cifras del mercado

28/05/2017

larga lista de anécdotas sobre personas y cosas que están "en el mejor lugar pero en un mal momento", se le puede agregar un nuevo integrante: los créditos hipotecarios a 30 años que ajustan por índice UVA.

La noticia, lanzada con bombos y platillos, fue recibida con beneplácito por la clase media. Por fin, después de un largo tiempo, los bancos financiarán la compra de viviendas bajo un régimen de cuotas similares al pago de un alquiler mensual.

Según un estudio de la consultora D'Alessio IROL, realizado en forma conjunta con Sergio Berensztein, fue una de las medidas del gobierno de Macri con mayor aprobación (51%), sólo superada por la eliminación del cepo al dólar (54%).

Sin embargo, la necesidad de lanzar la iniciativa (por cuestiones políticas y para "calentar" la economía) hizo que el "timing" elegido quizás no haya sido el más propicio.

Coincidió con un momento en el que la inflación repuntó por encima del 2% mensual y puso en duda la capacidad del Banco Central para cumplir con su meta anual de 17%.

No es, precisamente, el debut soñado para un sistema de créditos por el que se intenta convencer a los argentinos de que una cuota ajustable por inflación está exenta de riesgos.

Para peor, la persistencia en el tiempo de un índice alto y corriendo por encima del alza del billete verde produce un efecto no deseado: incrementa el saldo adeudado en dólares.

Al punto de que podría llegar a ocurrir que, con el paso de los años, se le termine debiendo al banco más (en "verdes") de lo que vale esa propiedad en el mercado.

Balance primeros días
Sin ir tan lejos en el tiempo, la evaluación tras el primer mes de vigencia de estos créditos es un tanto ambigua.

Es cierto que ya se otorgaron $5.000 millones -cifra que parece elevada-, pero también es verdad que resulta pequeña en comparación con la necesidad habitacional y con la cantidad de inquilinos.


Ese volumen significó cerca de 5.000 beneficiarios en doce meses. Macri, en tanto, aseguró que durante su gestión se iban a entregar un millón de hipotecarios, lo que significaría unos 250.000 por año, bastante más de lo que marca hoy día la realidad.

 

Según datos del Banco Central, el sistema financiero está entregando diariamente entre $50 millones y $70 millones. En marzo se alcanzó el récord de $1.100 millones.

¿Es mucho o poco? En comparación con el mercado virtualmente congelado que imperó hasta 2015, es un avance que provoca el festejo político.

Pero son varias las voces que no consideran a estas cifras como un "gran resultado", ya que ese nivel (5.000 créditos) luce insuficiente en comparación con la elevada necesidad habitacional:

Según el último censo, hay 3,4 millones de familias que alquilan o no son dueñas de la propiedad en la que residen.

Los directivos de los bancos confían en que la evolución de los hipotecarios no será lineal sino exponencial, en la medida en que la inflación baje del pedestal en el que está.

Javier González Fraga pronostica que para 2017 entre el Banco Nación -que él comanda-, el Provincia y el Ciudad se concederán 30.000 créditos por un valor cercano a los $40.000 millones.

Por el lado del Provincia, su titular, Juan Curutchet, da cuenta de un dato clave que impulsa la demanda: "Eliminamos la restricción de vivienda única familiar. Era una barrera que dejaba afuera a varios interesados".

"Los créditos varían en cada banco. En nuestro caso, son para comprarefacción ampliación", añade.

"En varias de nuestras sucursales dan números para poder atender la ola de público, ya que a veces se superan las 20 consultas diarias", expresa Norman Rozenthal, encargado prensa y comunicación Digital del Banco Provincia.

Por el lado del Banco Ciudad, Jorge Velázquez, del departamento de comunicación, afirma que ya se otorgaron más de 1.600 turnos para las líneas a 30 años.

"La mayoría busca su primera casa. Se trata de un segmento joven que quiere dejar de alquilar y apunta a una vivienda de uno o dos ambientes", agrega.

"Entregamos unos 1.300 créditos personas que ya se mudaron de sus antiguos domicilios", consigna Maximiliano Coll, subgerente de la entidad porteña.

Además, señala que "el Ciudad está concediendo unos 350 hipotecarios por mes bajo el sistema UVA, que presenta una cuota inicial que es la mitad o un tercio de la del sistema tradicional".

El directivo indica que los tomadores, en un 80% son menores de 40 años. El 40% vive todavía con sus padres y el 40% alquila.

"Los préstamos son de hasta $2 millones, si bien el promedio que se otorga es de $1 millón", afirma Coll.

Por lo pronto, ya son 16 las entidades que han adoptado esta modalidad crediticia: Nación, Ciudad, Provincia, Hipotecario, Santander, BBVA, Galicia, HSBC, Macro, Supervielle, ICBC, Itaú, Patagonia, Credicoop y los Bancos de Córdoba y Tucumán.

El Santander Río es líder en el segmento privado, acaparando un tercio de los préstamos ofrecidos bajo este mecanismo, con $13.000 millones pre-aprobados.

"Tienen buena demanda los de 20 años y el monto promedio es de $1 millón. En este caso, la cuota es de $6.500, que resulta accesible para buena parte de la sociedad", resume Juan Cerruti, gerente de Asuntos Públicos.