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El teatro puede ser el espacio de una asamblea para exponer ideas, una llama que se enciende para un nuevo pensamiento político y, la utopía de muchos grandes artistas, el lugar desde donde se inicia una acción revolucionaria. Entre sueños políticos y problemas estéticos, muchas obras de teatro del circuito independiente y oficial porteño buscan generar un pensamiento y una reflexión política. En algunos casos más explícito que en otros, con cruces de lenguajes, con miradas satíricas y bien alejadas de la solemnidad, un repaso por algunas de las obras que se animan a enfrentar y cuestionar ideas y hechos históricos argentinos, de cara al mes de las elecciones presidenciales en el país.

Cuarto intermedio

Esta obra es el resultado de un trabajo interdisciplinario que cruza profesiones y lenguajes artísticos como el cine, el teatro, la performance, la literatura y hasta la crónica periodística, para referirse a un hecho histórico de la Argentina que nunca fue tratado en el teatro: la reapertura de los juicios de lesa humanidad. Cuarto intermedio parte del encuentro real entre Félix Bruzzone (escritor) y Monica Zwaig (escritora, actriz y abogada) en los pasillos de los tribunales de Comodoro Py. Hablan idiomas diferentes y no se terminan de entender bien, pero deciden que aún así pueden ocuparse de los juicios de lesa humanidad sin morderse los labios y sin llanto.