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Era un partido a todo o nada. Pero no sólo por ser eliminatorio, sino porque Las Leonas podían quedarse con las manos vacías después de una fase regular perfecta con tres victorias a Corea del Sur, España y Canadá, 15 goles a favor y 2 en contra. Argentina ganó el encuentro más importante desde que empezó el torneo con un formato complicado en el que después de clasificarse directamente a cuartos de final por ser primero en su grupo, estuvo cinco días sin jugar a la espera de que se definiera su rival. Inglaterra no tuvo problemas para ganarle en octavos 5-0 a Corea del Sur y se posicionó como un duro escollo a vencer. Los últimos antecedentes entre el equipo nacional y el conjunto británico habían sido en febrero en la Pro League con dos triunfos seguidos de Las Leonas por 5-2 en el Cenard.

Durante el primer tiempo las medallistas de plata en Tokio 2020 dominaron el juego pero las delanteras no tuvieron grandes chances frente al arco inglés. Tampoco pudieron generar ningún córner corto para que Agustina Gorzelany, la especialista que ya tiene 6 goles en el torneo, pudiera tener la oportunidad de abrir el marcador. Inglaterra empezó el partido retrasada en el campo de juego pero no cometió errores que pudieran poner en peligro la valla de su arquera Maddie Hinch, campeona olímpica en Río 2016.

El segundo tiempo fue tenso, Inglaterra se adelantó un poco más durante el tercer cuarto pero ninguno de los seleccionados pudo sacar diferencia. El comienzo del último cuarto mostró en las imágenes televisivas a Victoria Granatto suspirando de los nervios, y la misma jugadora fue la que a falta de trece minutos para que culminara el encuentro se posicionó en el lugar correcto y conectó un remate de Rocío Sánchez Moccia para vencer a la gran arquera inglesa que ya había intervenido en varias ocasiones. El festejo de ese gol fue el desahogo de un equipo que había intentado por todos los medios y había presionado durante todo el partido pero no había podido doblegar al rival.