18/08/2017
La automatización está generando lo que se denomina una cuarta revolución industrial que impactará, entre otras cuestiones, en el empleo. Y de hecho, ya está impactando. El ensamble de productos, así como la producción y carga de materiales en camiones son algunas de las tareas que comenzaron, hace un tiempo, a ser asumidas por las máquinas.
Pero eso no es todo. Ya hay robots pizzeros, vehículos autónomos y sistemas de implementación de big data para procesar grandes volúmenes de información contable y administrativa. Incluso existen programas basados en inteligencia cognitiva que ofrecen asesoramiento legal y médico.
Este avance, rápido y certero, no se detendrá sino que se profundizará. De acuerdo con un informe del Instituto Global McKinsey, los robots ocuparán la mitad de los puesto de trabajo para 2055.
Algunos interpretan estas predicciones como el comienzo de un apocalipsis laboral, en tanto que otros se centran en elogiar esta transformación porque mejora la productividad y favorece la reducción de costos.
"Esto debe ser visto como una oportunidad; con la sinergia entre la tecnología y los individuos, se debe aprovechar el tiempo que las máquinas ahorran para capacitarse y brindar valor agregado a los productos o servicios", explicó a Infobae Roland Fiedler, director ejecutivo de Accenture.